Probablemente nos encontramos ante uno de los años con mayor sequía de las últimas décadas.
Las escasas precipitaciones durante toda la primavera y verano han hecho un año atípico en cuanto a producción. Ya se pudo ver la escasa producción con las entradas de cereales, y los pronósticos que se esperaban se están cumpliendo para el caso de las entradas de uvas.
Además, no solo la gran sequía que ha afectado a la mayoría de nuestra comarca ha hecho mermar la producción, sino unas intensas tormentas en los meses de mayo y julio se llevaron parte del fruto de todo el año existiendo parcelas que han llegado al 90% de daños entre sequía y pedriscos.
Si tuviéramos que extraer datos de nuestro histórico de uvas, nos encontramos ante uno de los peores años de cosecha. En comparativa podríamos ver que esta cosecha será muy similar a las de las campañas 1994/95, 1995/96, 2011/12, 2015/16.
Sin embargo, y por suerte en estos casos, la calidad va a ser excepcional y los caldos harán superarnos un año más dentro de los diversos concursos que premian al buen hacer de agricultores y bodegas.